

Estas son dos historias de amor, que tienen un final feliz, en el caso de Floricienta, no con Fede pero si con su alma que queda en forma de soplo en el corazon de Max. En Crepusculo el final feliz es eternamente.
Esta es la historia de Flor Fazzarino... que como cualquier chica de 20 años tiene un montón de sueños por cumplir y una realidad que se empeña en alejarla cada vez más de ellos.
Su madre ha muerto y ella crece sola, desconociendo su verdadera identidad y creyendo que Fazzarino, un humilde marino y esposo de su madre, lanzado a la mar desde que esta murió, es su verdadero padre.
Flor se ve obligada a alternar entre diversos trabajos y changas para sobrevivir. En realidad no le cuesta mucho, ya que su osado carácter y su versatilidad hacen que se anime y adapte a cualquier tarea o experiencia. Mientras no tenga que estar encerrada y le quede tiempo para el grupo de música que tiene junto con sus amigos de la calle, está todo bien.
Pero un día Flor es desalojada de la pensión en donde vive y debe encontrar con urgencia un techo.
Si los cuentos fueran como la vida este es el momento en que Cenicienta va al palacio y participa del baile que le cambiará la vida... Pero Flor llega a la casa de los Fritzenwalden, que si bien no es un palacio podría serlo y allí, en lugar del baile, lo que encuentra es un trabajo de asistente de la institutriz que cambiará su vida para siempre.
Los Fritzenwalden, herederos de una importante familia alemana, son 6 hermanos, que van de los 24 a los 8 años, que han perdido a sus padres. Sin familia en la Argentina, quedan a cargo de Federico, el hermano mayor, que debe abandonar su master en Alemania y sus sueños para volver a ocuparse de la familia. Es un ser que hace años ha adormecido sus sentimientos, que parece estar enojado con la vida y que las circunstancias ahora lo obligan a convertirse en un rígido y severo conductor de la familia. A pesar del extenso personal de apoyo con el que cuenta, nada parece ser suficiente para domar a esas fieras por las que debe resignar su propia vida. Flor se convierte en Floricienta para ellos y después de "resistirlos" termina siendo la única persona capaz de sacar de ellos lo mejor y de darles algo más que una correcta educación alemana y cosas materiales. Así como el príncipe de Cenicienta alguna vez encontró el zapatito que le devolvió la felicidad, estos chicos encontrarán en Flor alguien que les devolverá la alegría.
Cuando ellos descubren el secreto de Flor, que son sus constantes huidas a la calle a bailar y cantar con su grupo, la chantajean obligándola a llevarlos con ella. En esa clandestinidad los hermanos descubren una vida que no conocían y que ya no será tan fácil quitarles... Arman con ella un grupo de música y baile y se dedican a animar fiestas y eventos.
Pero las cosas se complican porque Malala, madrina de Federico y viuda de Santillán, descubre a su muerte que su difunto marido ha dejado como heredera mayoritaria a Flor. Entonces Malala junto a sus dos hijas casaderas, decide destruirla y casar cuanto antes a la mayor de sus hijas con Federico y recuperar y acrecentar la herencia.
Bella Swan siempre ha sido diferente a los demás. Cuando su madre se casa por segunda vez, decide marcharse a vivir con su padre a un recóndito y lluvioso pueblo llamado Forks.
Aquí conoce al misterioso Edward Cullen. Inteligente e ingenioso. Edward consigue atraer la atención de Bella y muy pronto entablan una estrecha amistad. Con el tiempo, Bella termina por descubrir el gran secreto de Edward: él y su familia son vampiros. No evejecen, no tienen colmillos y son físicamente perfectos. Hasta ese momento, Edward se habia arreglado para mantener en secreto su identidad vampirica, pero ahora ha decidido no evitar mas la atracción que siente por Bella; nadie se encontrara a salvo, y sobre todo Bella, la persona a quien mas quiere Edward...